Hojea de forma voraz muchos medios digitales, tanto nacionales como internacionales. Suele disponer de algún blog donde expresa abiertamente su opinión y es usuario fiel de webs donde se debate y se tratan diferentes temas.
Es el usuario común de nuestra sociedad de la información. El usuario impasible, deseoso de expresar lo que piensa y de conocer la opinión del resto de internautas. Si ya hemos hablado en anteriores posts que Internet ha "estrechado" algo más el mundo, los usuarios de los medios digitales, en su mayoría, exigen cada día un mayor reconocimiento y participación en ellos.
¿Por qué? Las razones son muy simples. Partamos de que un ciudadano tiene una opinión. Partamos de que a ese ciudadano siempre le gusta que otros conozcan esa opinión. Y partamos de que, a veces no con el interés necesario, a ese ciudadano le gusta conocer la opinión de otros ciudadanos.
Lo que ocurre en la pantalla de un ordenador es lo mismo que ocurre cada mañana en una oficina de trabajo, en una universidad o en un mercado. "¿Viste lo que pasó ayer en Virginia?" "Sí, fue increíble." Como seres sociales, nuestras relaciones nacen a partir del conocimiento que tenemos del otro. Y ese otro sólo se conoce verdaderamente a través de la interactividad con él. De ahí que muchas veces estereotipemos o emitamos juicios de valor sin base alguna sobre algún grupo social o etnia con la que no hemos nunca interrelacionado.
Pero ahí está Internet, y ahí están los medios digitales. Hasta ahora, un lector leía su periódico y compartía su opinión con el resto de la gente en su rutina diaria (el mercado o ese lugar de trabajo). Ahora, la gran baza con la que juegan los medios digitales es que sus portales permiten crear un espacio interno donde esos diferentes lectores pueden reunirse en el hábitat de la noticia. Y más aún, permiten que el número de opiniones sea increíblemente mayor, lo que aumenta la riqueza intelectual del usuario y un mayor conocimiento sobre el tema que se trata en cada noticia. Y aún más: habitualmente, en nuestro entorno, interrelacionamos con gente similar a nosotros. En una web, nos encontramos con opiniones muy diferentes, de gentes incluso de otros países.
Los foros, las encuestas, los chats... Todas esas vías permiten al usuario esa interactividad necesaria. Cada usuario puede identificarse como periodista, porque quiere contar lo que pasa, quiere expresar su opinión y que los demás la conozcan. Los medios digitales conocen este sentimiento, y saben que si quieren mantener la fidelidad de los usuarios, deben permitirles una mayor participación. El lector/usuario es ya un elemento activo de la información, que ya no se conforma sólo con leer, sino que también opina e incluso él mismo cuenta la noticia (muchos son los casos de denuncia que después se convierten en noticia).
El megáfono del ciudadano es absolutamente necesario en nuestra sociedad de la información. Los medios digitales son sólo el fruto de esa demanda social. Y es que la palabra ha dejado de tener dueño.
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